viernes, 25 de julio de 2014

Memorias de África por Ángel Lopez (Capitulo III).

Memorias de África por Ángel Lopez (Capitulo I): Leer capitulo I.
Memorias de África por Ángel Lopez (Capitulo II): Leer capitulo II.

En las pocas fotografías que voy poniendo, podéis observar que toda la ropa que llevo puesta me esta un poco grande. ¿Por qué? Porque toda la ropa que lleva este servidor que escribe, es prestada por mis compañeros de faena, teniendo que decir que la talla más pequeña que me habían dejado era una 44, usando yo una 40.  Y todo esto porque el primer día a la llegada al aeropuerto de Jhojanesburgo, mi preciada maleta, más bien lo que llevaba en el interior, fue enviada a otra ciudad bastante alejada de donde en ese momento me encontraba, ni más ni menos que a Suiza. Imaginaros el rebote cogido cuando me enteré de tal barbaridad.

Tratamiento contra la malaria, prismáticos, cámara fotográfica, calzado, ropa interior, ropa de campo y un largo etc.

En ese momento había sido capaz de hacer lo que precisamente iba hacer en ese continente, pero en vez de animales de cuatro patas, a los de dos que enviaron mi maleta tan lejos.

No quise que mi viaje fuera amargado por algo material, pero que en aquel momento para mi fue vital.

Pasaron estos dos días de mi relato, cuando me dieron la sorpresa de decirme que había llegado donde tenía que estar, tan sólo el seguro me favorecio con algo económico para poder comprarme las que hasta hoy son unas de mis botas favoritas de campo. He de decir que como el primer día de comodidad y aún en perfecto estado.

Pero no quiero aburrir con esta anécdota y vamos a la batalla.

Nuestro siguiente objetivo, el chacal, y como no de noche, de noche y fareando.

En esta ocasión coincidimos mis "compis" y yo, cada uno en su jeep, con su foco sentado arriba del coche en busca de chacales.
Era complicado verlos, más que nada distinguirlos, ya que se veían millones, y no exagero, millones de ojos brillar en la noche, pero los delataba que ellos eran cazadores también y los ojos que se vieran alrededor de los demás "ojos", eran los que queríamos nosotros. Fuimos capaces de alumbrar a varios, pero sin que fueran capaces de pararse, por lo que decidimos dispararles "al vuelo". Ardua para ser la primera noche. Fallé dos tiros largos con apenas luz y un animal ligeramente más pequeño que nuestro “vulpes vulpes” (Zorro)

He de decir que fallé porque allí arriba ,durante más de tres horas, pase bastante frió. A la intemperie, dándonos el aire en la cara sin ninguna protección. A la carrera.

Esa noche y ese día llego a su fin, y la mañana siguiente estaba muy cerca.



CONTINUARA...............................

Por: Ángel Lopez.
       @elexlacas

El Mani y Raul Blazquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario