Una vez habitada la primera pieza en nuestro primer capitulo de las memorias de Africa por Angel Lopez, lo que iba a ver ahora era también desconocido ,como "maquillan" al animal para ser fotografiado. Colocación, ocultación de cualquier gota de sangre, pose, no importa el tiempo que se tarde en hacer, pero las cosas se hacen bien y el animal parece estar tumbado a tu lado posando para ser inmortalizado junto a trakers, profesional, en este caso mi padre, y de fondo los tremendos paisajes que allí pudimos contemplar.
Una vez realizado el "book" al Orix viene otra aventura, el despiece de tantísima carne que como nuestro cerdo ,todo es aprovechado.
La maña que tienen para que en apenas una hora el animal este oreando su carne y mi trofeo cociendo para que, en apenas unas horas, sea tan solo hueso.
Flipando por el primer día llego la hora de la famosa charla al fuego después de la cena, todos estábamos muertos y deseando intentar dormir para que llegara la segunda aventura. Pero ese momento, como se preveía ,era especial.
La primera noche estuvimos cerca de tres horas charlando y conociendo mas a nuestro organizador que allí vivía y contándonos mil y una historia de lances vividos e historias del parque Kruguer, ya que su abuelo fue el fundador de dicho paraje. Fue difícil descansar aquella noche, pero el cansancio acumulado y la adrenalina producida por "el primer dia", nos hizo que cayéramos todos doblados hasta el amanecer, apenas 4 horas después de escuchar a Kelp, nuestro orgánico.
El canto de yo que se que aves, nos despertó. Fuimos conducidos al desayuno para partir a nuestra particular aventura en busca del ñu de cola blanca, blesbluck albino o algún chacal.
Es indescriptible la cantidad de animales que pudimos ver, manadas y manadas de bichos, que a mas de 700 metros, al oír el coche, se quedaban mirándonos y salían zumbando. Yo pensaba: “aquí no cazo nada más”.Lo veía complicado, pero este primer campamento tenia unas llanuras kilometricas, necesarias para las especies que buscábamos.
Búfalos,impalas,rinocerontes,eran visibles y "tirables", pero no es lo que íbamos buscando. Parece que nuestro objetivo olía el hierro de mi arma y no quería dar la cara.
Al ser localizados te decían a cual debías tirar, y bajando del jeep se le hacia una pequeña entrada ,pero desde el coche estaba totalmente prohibido tirar. A parte, yo tampoco era partidario de hacerlo en esas condiciones.
Esa mañana abatí 2 piezas,un Blesbuck albino y el Ñu de cola blanca con un Box muy considerable.
CONTINUARA...............................
Por: Ángel Lopez.
@elexlacas
El Mani y Raul Blazquez
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