jueves, 5 de febrero de 2015

Un aguardo, una vida, una casualidad

Esta es una de esas historias que dudas que te gustara vivirla...
He meditado durante mucho tiempo hacer de esto un relato.

Voy a utilizar un nombre cualquiera para dirigirme a uno de los protagonistas.
Comencemos. ...


Verano, el sol aprieta y el termómetro sobrepasa los treinta y cinco grados.
Teniendo en cuenta las condiciones cojo los bartulos, previendo que fruto del calor la caza se mueva rápido en busca de un lugar donde refrescarse.

Antes de que el sol comenzara a ocultarse, ya me encontraba en el puesto, una encina un poco arreglada en lo más alto del coto y un comedero muy tomado.

Me acomodo y diviso el horizonte, unos pocos minutos de relajación nunca vienen mal, miro la hora y recibo un WhatsApp.

Parecía que iba a estar entretenido, ya que aquel punto era el único lugar con cobertura de todo el coto.

Era "Pedro" uno de los socios del coto, y un mensaje casi ilegible, en el que pude entender "te has pasado"..... un par de mensajes y decido llamarle.

Que oyen mis oídos! ! tengo aquí dos macarenos enormes, bájate el rifle, que te he escuchado llegar.

¿Donde estás pedro?
En el monte por debajo de la charca.
¿Estás bien?
Silencio, respiración pausada.

Algo en mi interior me repetía que aquello no iba bien. No te muevas, voy a buscarte!!

Fueron mis ultimas palabras antes de saltar de la encina y dirigirme en su busca.

La sangre va por dentro y el rifle colgado a la espalda, macareno macareno me repetía.

Ya en el camimo, paso ligero, llego a la charca, continuo camino abajo y con todo lo que tengo dentro mí grito....

"Pedroooooo" una y otra vez, no consigo respuesta y me empiezo a preocupar, vuelvo sobre mis pasos hasta la charca y vuelvo a gritar.
Una voz tenue responde en el monte, repito el proceso varias veces para localizar el punto exacto, algo va mal y aquella voz venía de la madre del coto, un lugar casi impenetrable.

Con el rifle todavía en mis manos me topo con un zarzal, tal era su envergadura que no podía pasar, solté el rifle entre unas retamas.

Cual cochino fuera comencé a pasar entre las gateras, tronchando taramas, por encima por debajo, la espesura impedía casi avanzar.

Minutos de agobio, el esfuerzo pasaba factura, apretaba el sol y el sudor recorría mi cuerpo.
Por fin, llegué hasta él, allí estaba semi sentado sobre un cancho, su cara pálida, ropas rasgadas y portando machete en mano...

Tuvimos una conversación que prefiero no revelar, llena de incoherencias, posiblemente fruto de la desidratacion.
Previendo acontecimientos había cogido una botella de agua, bebió y bebió hasta su última gota.

Unos minutos pasaron hasta que le arengué a andar, había obviado que "Pedro" pesa más de 100 kilos y sus pies no se levantan más de un palmo del suelo.

El sol comenzaba a irse y por mi cabeza pasaba que si la noche caía, lo íbamos a pasar muy mal.
Entendiendo su dificultad para caminar, con mis propias manos fui haciendo una vereda, una vereda que posteriormente cada metro recorrido, se vio reflejada en mi cuerpo.

Mitad de camino recorrido, agobiado no! Agobiadisimoo!!y si algo podia ir peor, Pedro se empezaba a marear.

Decido salir por mi cuenta, necesitaba respirar o de lo contrario los nervios se apoderarían de mí.

Le indico rotundamente, no te muevas de aquí.
Una vez en el camino llamo a los otros dos socios les informo de la situación.. agua y caramelos.

Vuelvo a cruzar aquel maldito zarzal y llego al punto donde le había dejado.
Se había movido, allí no estaba, acudo en su busca y después de recorrer el camino perdido, estabamos ante el zarzal.

Escuché como se aproximaba un coche, llegaban los refuerzos y respiré aliviado, sin haberme dado cuenta se había hecho la noche.
Por suerte todo aquello había acabado,eran las 23:15 horas y estábamos en el camino....

Todos os preguntaréis, como había llegado allí y que hacía.

Pues bien, a día no puedo entender como llegó hasta allí.
¿Que hacía? (les respondo con pena) Buscar el cochino del aguardo de la noche anterior, un cochino que nunca existió.
 
@jonhjoseles
El aguardista

"El Mani" y Raul Blazquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario